Invitación

Esta obra parte de una escena íntima que, en otro contexto, podría parecer tierna: alguien levanta mi rostro con delicadeza. Pero hay algo inquietante en ese gesto; algo no termina de sentirse bien.

La pinté pensando en esos momentos en que uno acepta una invitación al placer no porque lo desee realmente, sino porque no sabe a dónde más ir. Cuando estás deprimido, confundido o simplemente cansado, cualquier escape parece buena idea.

Obra exhibida en el MEAM Hall de Barcelona como parte de una exposición colectiva internacional (2024–2025).